Vagaba por la senda conocida
me colgaban los hilos del hastío
el alba se asomaba ya sin brío
al acorde de música aburrida
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Fue una noche trémula de verano
cuando sombras llegaban con el viento
y de la luna fueron su ornamento
sin opacar su brillo meridiano
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Sobre los montes una flama estaba
fue titilante y clara candileja
vestida de esperanza que refleja
¡era el amor que tímido llegaba!
***
Despierta el rojo sol, muy tempranero
ya se siente el aroma de jazmines
entre cantos de alegres querubines
se encienden rosas del amor sincero
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