Como medida de precaución
para asegurarme de no volver a amar,
puse un cerrojo en mi corazón
y arrojé la llave a lo profundo del mar,
tranquila, ¡No te asustes mi amor!
guardé una copia, te la voy a entregar,
quizás cuando quiera sentir dolor,
quizás cuando tenga ganas de llorar...