José Roberto Vásquez

LA MAÑANA CANTA

 

Callar por callar no cuenta,  no vale el castigo, la mañana canta a pesar del temple.

Te advierto en  tu forma de apreciar, te advierto como es tu falta de conciencia y tu desafortunada protección.

 Te reparo la inconsecuencia con  tu ligereza al sumar.

Es el  menoscabo en tu  reminiscencia o la abundancia de tu encanto lo que reprime sacudirte el amorfo ser que escolta sobre ti.

A la larga esa sabiduría se enflaquece consintiendo que adolezca  la distinción.

Tonto merodeador es el amor, apurada y espinosa la persecución sin confines que hay que  alcanzar, por un gorrión  y a veces  por un crepúsculo azul.

La devoción perpetuamente será para los  experimentados, pero  no será en ningún tiempo un trueque para la  felicidad.