La belleza no es tristeza
Si tus tristezas supiesen a alegría sería lo más bonito del mundo. Si con la misma fuerza y rapidez con el que se rompe un corazón también se construyese otro. Si con la misma intensidad de dolor de los ojos del alma cuando están empapados se pudiesen ver colores, si con la misma sonrisa rota lograses salir adelante y alegrarte por ti mismo, el dolor y la tristeza se llamarían belleza. Pero el dolor no está hecho para ser bello, está hecho para ser mártir, y reflexionar sobre todos aquellos bosquejos del pasado que no te dejaron dormir en su debido tiempo, que duraste hasta altas horas de la noche soñando que hubiese pasado si hubieses hecho algo diferente, si estarías mejor o peor si hubieses hecho aquello o lo otro. Por lo tanto amigo mío, la tristeza no es bella, bello es no morir de tristeza.