Me traes el otoño, en tu recuerdo de paisaje
Recuerdo pernoctar sobre tu pecho,
en un plumón de besos, hecho trinos en los pájaros amantes,
ser el bosquejo de tus pestañas relajadas de sueño,
en la tímida luz de la primera mañana.
Recuerdo andar en puntillas,
con la yema de mis dedos sobre tu espacio,
buscando encender el verbo de tu cuerpo,
y tu cuerpo abrazarme.
¡ Ay de tu ombligo!
jugando a las escondidas con el mío,
y el mío hacer trampas por espiarte.
Recuerdo hablarte en mi silencio,
de palmas húmedas por tu vientre,
provocando el desvarío y susurros de amantes,
como besos de viento en la ventana,
como gota deslizante de una cálida lluvia
en algún tímido otoño anunciado de ocres, amarillos y paisajes.
Recuerdo hablarte, mirándote a los ojos desnudarme,
y vestida con la piel de tus amores, deshojarme.