Como si todo el silencio del mundo
caminara entre nosotros,
al igual que sombras, nos miramos
al trasluz de la palabra herida,
y nuestras huellas respiran aquel aliento
que fuera vestigio de otros pasos.
En ese ardid, desnudo el beso
que aún nos hiere,
vemos mudar la piel de la fortuna
entregándonos a sus lisonjeros brazos.
Perdida, entonces, la luz de la memoria,
ya no hay voces
que exhumen nuestros sueños,
abandonándonos al sol
que agoniza tras la lluvia.
\"Arena en los bolsillos\" (2015)
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