Ciudadano, político, funcionario publico, burócrata, y su ultima piel... parásito.
en ese orden, talves más o menos, esta la evolución o involución (según convenga) del estado del hombre, en esta linea espacio-tiempo, en un país tan pequeño en tierras y tan grande en corazón, un corazón que esta muriendo por ese ente, huésped malvado, voraz y mendigo de personalidad; todos con una identidad similar, pareciera que sus ideales los alejan de ser ídem, disimulan sus postulados ante la institucionalidad y legalidad, pero tiene algo que los une... Partidos Políticos, sistemas, organización y estructura que buscan solo una idea \"PODER\"...
Poder que corrompe, humilla, perfora los buenos principios y el ideal de igualdad y paz... si hay que poner en comparación la actuación de muchos y algunos de la clase política no cabe duda que la peor de las pestilencias y los actos bubónicos de la edad media se quedan cortos para realizar un marco comparativo.
La pregunta abstracta y tácita que nos hacemos a diario los seres aun sanos es: ¿como combatir esa endemia que nos corrompe como país?
No defendamos un país, una patria, una bandera, hay cosas mas profundas, más intima que nos une. No es cosa de si falló la derecha o si ganó la izquierda, es cuestión simple de saber respetar lo que tenemos, hacerlo crecer con buenos pasos, invirtiendo en lo mío, en eso que es poquito para todos pero es todo para nosotros. Imperialistas devorando mundos, socialistas dormidos en ideales volubles... todos sátiras de servidores públicos, en favor del servicio propio.
Llámenme soñador romántico, tíldenme de ridículo, no será de hecho ninguna ofensa para mí, pues yo tengo aún, un río, una selva, un cielo limpio, y un predio polvoso que llamo estadio. Estos me hacen creer que es posible cambiar de piel...