Fuerte y triste amiga mía sentada en la playa
Tu corazón tiene la fuerza recóndita del mar, allá
A lo lejos, y sus ecos llegan, en estas tardes desoladas,
Tristes y débiles, y ocultan las estridentes huellas.
Tú mi amada crepuscular, infinita, indefinida, alma alada
Indómita gaviota herida vienes desde la solitaria alborada
Estrella palpitante tu camino es infinito cuando la noche calla.
Es la hora más alta, aun no amanece y te busca mi mirada.
Ayer dormí en tu regazo y aun no he despertado
Ah cuerpo de mujer, nieve tibia, corazón salvaje y entregado
Que hubiera hecho sin tu pecho, a donde hubiera ido.
No estamos juntos, es la hora más alta y aun no ha amanecido.