Vientos embarazados con nostalgia llenan mis velas
para navegar en mares de ayer,
en busca de rememoraciones disimuladas
por la neblina del olvido,
siendo aún un tatuaje imborrable en mi corazón
Más allá que el horizonte una isla de tesoros
espera mi presencia,
joyas de una esencia existencial,
escondidas bajo el polvo de vivencias
en el baúl de incrustado herrumbre
de remembranzas guardadas
Memorias de las risas de niñez,
después las lágrimas de la alegría
y lágrimas derramadas de pena;
el primer beso robado, el última desamor de engaño,
todos colgados en orden perfecto
en media de suspiros y susurros
Mi mina de añoranzas abro con aprensión,
ya por las ventanas aparecen espejismos
pero son albergados recuerdos recién agregados
con cuidado y ternura,
para brindarme en días futuros tanta felicidad
La foto tomada en Dresde, Alemania