Llegas a mi vida, como lluvia fresca
Como efímero canto Avivando pasos
Inundándola de esperanzas inciertas
Impregnándola de recuerdos falsos
Con rudas frases y quizás no recuerdas
Pero en mi reflexión quedaron labrados
O tal vez en mi alma aun no están muertas
Viven Como si aun estuvieras a mi lado
Y aunque quiero, no puedo olvidarlas
Porque están racionadas en sentimientos
Y en el corazón febrilmente talladas
Que aun desistiendo las llevo adentro
Con el calor de obstinada llamarada
Quemando el padecimiento de un lamento
Y ardiendo en el seno de alma enamorada
Que enjuga el llanto en sórdido tormento
No sé si existirá la ansiada alborada
Tan solo se, que mi llanto va por dentro
Que después del huracán hay calma
Y que peculio siempre vuelve a su centro
Como el frio regresa a la montaña
Así como la noche recobra su sereno
Seguro estoy que habrá un mañana
Y que el futuro nunca será incierto.