Quisera tener la fuerza
para mirarme al espejo,
para arrancarme el cinismo
en que me escudo y encierro,
para borrar de un plumazo
tantos y tantos momentos
en que me vendo a mi mismo
aun a sabiendas que pierdo.
Quisiera tener la fuerza
para luchar en mi puesto
para gritar esas cosas
que aunque no diga, las siento,
para negar esas otras
que por prudencia o por miedo
finjo creer tantas veces
que hasta al final, me las creo.
Mas es inutil y hoy mismo
me volveré a poner precio
y aunque por dentro le odie,
les seguiré sonriendo,
porque me faltan cojones
porque soy vil y pequeño
porque en el fondo, aunque duela
yo, soy tan ruin como ellos.