Vuelves, abril, de aquel lejano
sueño del ayer donde te vi crecer
entre las brumas pasadas de mi infancia,
vuelves con ese olor a ausencia
que amortaja la tierra tras la lluvia,
en cada regreso con hambre de los días,
mientras el pan se desmiga entre mis manos,
y se enderezan los renglones de la tarde
al embriagador perfume de las lilas.
Llegas por el azul camino de las brisas,
y tu rumor se deja oír en los bajíos,
cuando el mar, que se hace más mar
al mirar hacia el horizonte,
se busca en la otra orilla.
Vienes con tu lenguaje de frondas,
y en el aire se deja oír una plegaria
que presagia vísperas de lluvia.
Allí donde los árboles duermen
sus imposibles sueños, se presiente la luz
como un nítido reflejo de alas de golondrina
sobre las plateadas escamas del arroyo.
Vuelves, abril, como descuidada luciérnaga
en la cima de lo invisible,
bordeando el lento sendero de la noche,
difundiendo la luz
que es como decir la vida misma.
\"Arena en los bolsillos\" (2015)
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