NINFA
Viento cotidiano que pertenece al dolor vacío, de una primavera en un jardín minúsculo. ¿Será que la metáfora se hincha como un leño colgado a punto de llegar al universo ó será que es una playa derretida en el vapor sin límites, donde la pradera se bebe el refugio de un amor en los balcones rotos, unos parecidos al gesto de las rosas muertas cuando caen en el silencio de las ciudades flacas?
Una gran dama se ve que es el alma de la mente al desplomarse y pensar sin entender nada de esto. Es virtud sumisa que encarna la esperanza en una ninfa tangible con rostro de crepúsculo, donde cae como barita de acíbar la
criatura rendida.
Siomara Henriquez de Goldman © ®
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