Maria Hodunok.

***LA HUMILDAD PRIMERO***(Tema semanal) Senderos de vida.

Con un pucho en la mano,

y zapatos bien lustrados,

llegó pintón y acicalado,

pisando como con asco,

el cordón de aquella acera,

por donde pasaba un linyera,

sucio, harapiento, oloroso.

 

Subió a la alfombra roja,

que le ofrecía el hotel,

no sea que se contamine,

su lujoso traje inglés,

lo miró de arriba a abajo,

al pobre viejo andrajoso,

diciéndole con sarcasmo

--andá a bañarte roñoso,

que me apestás con tu olor...

 

y el viejo sacó una flor

del ala de su sombrero,

le dijo...*soy pordiosero...

y usted parece caballero,

acá hay una vacante

en el puesto de admisión,

la calle es mi oficina...

soy el dueño del hotel*.

 

Y si viene por el aviso

que buscamos un portero,

no se moleste...señor...

quiero un hombre de honor,

y no un figurín de modelo.

 

Ahora me voy a bañar,

no quiero estar disfrazado,

pero cuando pido personal,

prefiero conocer primero,

si es un hombre cabal

o un vulgar pordiosero,

dándose humos de bacán.