Las aguas de un río se desmayan
en la garganta de un sediento.
Y la lluvia se desprende de las nubes
y hace parir a la tierra
nueva vida o nueva muerte.
Y un suicida se lanza desde un último piso
desde un puente caído de Piura.
o desde el cielo de un esqueleto
Y las casas se desmoronan de tristeza
en la herida aun abierta.
Y qué hacemos, amor mío, si ya donamos
el corazón
y el mundo sigue cayendo.