Abraham Emilio
Veneno en la copa (Cuartetos eneasílabos)
- Señor sirva en maligna copa,
eche del vino más añejo,
obedezca a este torpe viejo,
¡y no me juzgue por la ropa!...
Siéntese en esta dócil silla
para mal o para mejor,
le quiero contar de un amor
que duele, mata y que acuchilla...
tenía unos catorce años,
pensaba púber en amigos,
no importaban ni los castigos
ni conocer a los extraños,
pensaba en mi amor de pequeño
alguna anécdota a olvidar,
pensaba jovial a jugar
con ímpetu y muy poco empeño,
conocí en la vieja escüela
por tan solo ocho o menos meses
la bella dama de mis preces
en que esta agonía recela...
ella cruel, mil veces jugó
con mi ilusión leal y loca,
solo ella fue la que provoca
a este tonto ido, que soy yo...
¡y claro! Puso la herradura
a mi corazón lastimado,
yo la he amado, y he jurado
olvidar aquella hermosura!!...
¡¡Señor ponga más del veneno
en mi copa fatal, maligna...
mi quebranto quien se persigna
por mi vacío y dolor lleno!!