Poco a poco
Vamos dejando pedazos nuestros
Sobre esta infinita misericordia,
Que nos sostiene como dos asteroides
Que sólo buscan chocar.
Que sólo buscan encender su boca.
Poco a poco me dejo tirado sobre el carmín
De las aves y el cenit gris de la ciudad.
Poco a poco tú te quiebras en pedazos precisos
Que encajan perfecto en las escenografías de amor.
Poco a poco vamos chocando
Y nos duele, pero seguimos forzando.
Eres tú quien busca la métrica de mis brazos,
Porque deseas tener en mano
Esa combinación exacta conmigo.
Te inquieta saber sobre mis anteriores amores
Y como es que supe seguir aun sin las piernas puestas.
Eres una mujer que con sencillez y prosa
Anda deambulando por mi sombra,
Vigilando el eco que sigue bailando en mis paredes.
Y cabe recalcar que me fascina
Seguir chocando contigo,
Por instantes que nos vuelven
Seres sin control y sin medida.
Soy yo quien te busca en cada prólogo
Publicado en todos los libros de mi boca,
Porque deseo saber qué tan imperfecta eres
Y que tanto te duele saber que el amanecer
Sea un gato que le queda sólo una vida.
Nos afligimos con las mejillas pegadas
Y con el sudor andando como cerveza
Por nuestra piel cuerda.
Nos quedamos sin las palabras necesarias
Pero tú sabes en que momento entrar a mi boca.
Entre tus descosturadas piernas
Y mis chuecas líneas
Está nuestro tormento imponente
De ansias gastadas,
Retratos hablados,
Y un cielo infinito.
-JG