Me queda la certeza
de aquello que defiendo,
me queda la evidencia
que trae la realidad
me quedan las palabras,
me quedan las cuartillas,
la furia y la impaciencia
¿que puedo pedir mas?.
Me queda la belleza,
la luz, la rebeldia,
la fuerza de mis brazos,
la fe en la humanidad.
Me quedan los amigos,
amor y poesía
y el fuego que en el pecho
me empuja a batallar.
Lo mucho que me falta
para sentirme libre
a golpes de futuro
lo habré de conquistar
y sigo en la trinchera
con el cañon cargado
cavando galerias
hacia la eternidad,
surcando el horizonte
buscando la justicia,
forjando un mundo nuevo
donde vivir en paz.