Tus uno cuarenta y ocho de estatura
es todo lo que necesito
para quedarme aquí.
Para estar seguro, para ser feliz.
Ahí se encierran tus hermosos ojos,
tus blancas uñas,
tu suave pelo y tu dulce voz.
Tus delgados dedos acarician mi pelo,
mientras tus risas alegran mi amor.
Tu delgado tobillo me tiene impresionado
y no quiero ir a ningún lado
si no vas junto a mí.
El tono de tu piel cacao me encanta,
me encanta,
y tus carnosos labios no me canso de mirar.
Quisiera que me tocara ser
el dueño de tu vida.
Pero tú eres tan sólo una chiquilla
y aun no sabes amar.
© Armando Cano.