¡Oh, como llora el viento! ...
viento que se cuela por mi ventanal...
viento que lleva en sus alas
el gemido de un corazón triste!
¡Oh, quejido!... ¡Oh, lamento!...
como pasas en velocidad extrema
dejando secuelas
de un sonido ensordecedor,
rociando el espacio con gotas de dolor!
¡Te escucho temerosa... temblando de miedo,
al observar la noche vacía y oscura,
danzando al compás de extraños ruidos,
cual llanto de niño abandonado!
Así atormentas a mis frágiles oídos
con tu singular vaivén...
y al asomarme en mi balcón,
a sabiendas de que no te veré,
rozas mi rostro,
continuando con tu ruta
hasta desaparecer! ...
Nhylath
(CRIV-1/06004-17)