A Mi Dulce Debilidad
Aquelarre.
Repasando la letra fría
del comienzo de éste día.
Aquelarre de una noche dormida,
tiñendo de rojo carmesi
las huellas de los pasos en fuga de los que fueron amantes.
Descolgando de los imaginarios balcones
de sus ojos verdes ; cayendo en cascada
y en caída libre las lágrimas
que acallando mi nombre sellando tus labios.
En esa boca profana el silencio del amanecer no nacido. ...
ARGON