Ven.
Te presento la lluvia, es esta señora torrencial,
disciplinada en su oficio de modista.
Que teje de agua la vida en este momento...
Cómo entretiene presenciar y escuchar su danza,
escuchar la danza cristalina de sus manos aplicadas al suelo.
Siempre la lluvia y las nubes oscuras se confabulan para condenarnos
al pasatiempo tan de moda siempre, de la nostalgia...
¿Qué dices?
salimos a jugar con el agua sucia de las calles para matar tiempo...
o nos quedamos a mirar con tristeza el tambor de la tarde.