Mallez

En esta callada noche

Invítame tan sólo a soñar contigo
en esta noche callada de abril.
Llévame a tu quietud mientras consigo
que juntos soñemos el mismo porvenir.

A descansar junto al tuyo mi cansado cuerpo
del afán cotidiano con todo su peso.
Y que al pasar la noche, cuando esté despierto,
pueda sobre tu frente poner un beso.

Deja que me rinda todo a ti sin reproche
y que de sosiego, mujer, me colmes todo.
Ser feliz en esta callada noche
haciendo sumiso las cosas a tu modo.

Deja que sobre tu blanca y delicada espalda
se apoyen inquietas mis manos, en un artífice

intento soberano en que de la nada,
sean las que en tu sueño te acaricien.

Ya cuando rendida y sobre tu almohada,
se apoye inmóvil tu oscura cabellera,
querré respirar tu aroma y acariciarte toda
cuando en mis brazos te sepa prisionera.

Invítame tan sólo a soñar contigo
en esta callada noche de abril.
A ser la razón, la causa, el motivo,
por el que suspires a la hora de dormir.