Ansias de ojear
los misterios
guardados en
tus adentros.
Mujer de nadie,
vives ausente,
lejos de todo,
vacilante existes
perpetua a tu antojo.
Anhelo buscar
entre tus historias
la perfección
que me traslade
a los secretos
de esas memorias
que formaron
las sustancia
de tus glorias,
la fragancia
de tus perdidas
y la base de
cada una
de tus infinitas
he inmortales formas.
Busco en las sombras
una luz perdida
que señale
los destellos
del fuego de tu boca,
tal vez me conforme
con las cenizas
que caen del engranaje
de tu vasto corazón,
inhalar esas cenizas
y renacer fundidos
en el fuego de tu boca.