Sé muy bien que estoy muy solo,
Nadie se acuerda de mí,
Todos en quienes yo creí
Se trasformaron en polvo;
Sé que aquel ojo por ojo,
Que tantas veces oí,
Que tan lejano lo vi,
Hoy es un cruento cerrojo;
Muy bien acepto la paga,
Consecuencia de mi error,
Sólo respétame el alma
Y nunca dañes mi amor,
Pues ella es mi esperanza;
Sin ella, todo es dolor…