Los pétalos de mi flor ya están marchitos, quebradizos; la intensidad del amor se atenúa y, aún viviendo juntos ya lejos estamos del entendimiento.
Mis letras ya no son tu furor, ahora son confusas, tus zapatos me quedan chicos, como los míos a ti seguro ya grandes te han de quedar.
Veo el amor sincero como un espejismo, que por más que trato de alcanzar, más y más se aleja de mi, y en el andar sé que alguien se ha de cansar.
Todo tiene un límite, una resistencia, un riesgo, y recuerdo; como las sogas más fuerte... se revientan, los lagos se secan y los peces mueren.
La naturaleza es así, y no esta a domino del querer, de decir o dictar.
Pensar que las palabras comunican es muy cierto, y escucho como de ellas sale tanta tristeza, lo más doliente e hiriente cuando hace tiempo eran amor como el sol naciente.
Me arde el corazón..... sí, cuando nos sentimos dueños de la razón, tanto tú como yo nos enfadamos y aferramos cada uno a sus verdad, que cuando la verdad sincera no es de una sola persona, y se busca conjugando amor, sabiduría que den felicidad y paz.
No sé ni sabré que es el destino porque en el no creo, creo más en los cimiento que se forjan como ser humano como seres vivos que piensa en su futuro, y de quien ama.
Mucho te quiero conmigo, pero es tu decisión el abrir tu corazón nuevamente, y de él saber qué tanto eres y vives de mi,
Hay corazón.... que no te das cuenta que tanto te amo vida de mi vida, amor de mi amor, corazón de mi corazón.
Marc Téllez González.