De verdad, cansado de guerras estoy,
no me emocionas las más ardientes arengas,
no quiero morir matando ni que tu vengas
a enterrarme hombre de paz soy.
¿Qué es la patria si no el lugar donde vives
y donde sueñas miéntras estudias y juegas,
y donde lo que no son besos son quejas,
porque así es el amor por el que te desvives?
Las antiguas guerras dinásticas,
eran disputas familiares y sangrientas,
pagadas con la sangre de sus súbditos.
Ejercicios de las clases aristocráticas,
bárbaras resoluciones cruéntas,
exaltadas con tronante voz desde los púlpitos.