El mundo te reconoce
por ser la diosa de los bosques y la caza,
pero eres la Artemisa
que atrapo mi corazón.
Con tu cabello suelto
y tu piel color cacao
me has enamorado,
ya mantengo una ilusión.
Tu agradable porte te hace inconfundible
y para mi es imposible no naufragar
ya en tus brazos.
En tu red y en tus ojeras,
en tu mirada guerrera.
Tus pequeñas manos han tejido
una malla de complicidades
con tus labios, tu cintura,
tus pequeños tobillos
y el olor que hay en tu piel;
para atraparme en tus brazos
y mantenerme en cautiverio
de donde será imposible
para mí, un día, escapar.
Ya me allano a tu sonrisa,
al contacto de tus dedos,
a lo nítido de tu sonrisa
y a tus uñas de cristal.
Hoy me tienes atrapado
sin cadenas ni candados,
has usado bien tus trampas,
me lograste enamorar.
© Armando Cano.