Carlos Brid

¡AUN VALE LA PENA!

 

Cuando veo como desfilan las perfidias

y los pobres se resignan

me uno a ellos para acercarles el animo

para dejar en sus manos

en las torpes y bellas palmas de labriego

un puñado de desobediencia.

Y les cuento que:

Tintinean los amuletos colgados del ramaje

el viento del este los agita con premura

es que el hechizo de la vida corre peligro,

deberán mostrar su brillo en la soledad del éxodo

son las llamas errantes que el profundo viento agita,

es el poniente vehemente que se muestra triste,

y es triste el ayer que se escapó sin haber vivido.

Y también les digo que el mundo los aguarda

que espera

a los pechos desgarrados que aun sienten

a los sufridos insomnes que interrogan

y se abrazan a su aurora de mar y fuego

Y a sus rayos que son titanes ardientes.

que aún están

Los parrales que perpetúan la magia del vino

La cancioneta italiana que saca sonrisas

los paredones de pino esperando el aire

las baladas de los viajeros en la planicie azul.

- ¡Que todo está vivo, aunque parezca un letargo!

- ¡Que vale la pena y que la poesía todavía cura!

 

Carlos Brid

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