Fuiste creada para mi,
En una estrella llegaste.
Aún despues de mil siglos,
Seguire siendo, tu amante.
Posees ardiente talle.
Bello...agraciado...divino.
De tu alma soy gemelo,
De tu cuerpo inquilino.
A ti, adjudico mi corazón,
Hasta el fin de la eternidad.
Para mi seras deidad,
En esta vida,
Y en el mas alla.
Resplandor de mil candelas,
Es testigo, de nuestra noche,
Colmada de satisfacción.
Nuestras almas,
Entrelazadas,
Bailan su propia cancion.
Un embriagante olor a sexo,
Lascivia, impudicia, lubricidad,
Atesta nuestra habitacion.
Explendida cadencia,
Legas con sublime agitación.
Tu deslumbrante silueta,
me injecta obscena emoción.
Tus labios, muy sonrientes,
Me incitan a besarte.
Desprenden una brisa,
Que me eriza hasta la piel.
No soporto el tormento,
Les muerdo disfrutando,
La dulzura de su miel.
Tus dedos, tersos como la seda,
Se enmarañan en mi pelo.
Tus caderas me enbelesan,
Al moverse con esmero.
El reflejo de la luna,
atraviesa la ventana.
Se entretiene con tu piel,
Blanca como porcelana.
Atiende mi zuzurro,
Que te lego en mi promesa.
El reflejo de tu cara,
Habita siempre,
En mi cabeza.
Nuestro amor es sagrado,
Te lo juro con certeza.
En mis cuentos, y poemas,
Siempre seras mi princesa.