ACUERDATE
Acuérdate de mí por tu tristeza,
por tus dichas acuérdate de mí;
que más dulce se torna la belleza
cuando por algo te recuerdo a tí.
Acuérdate de mí cuando por triste
la pena quiera aprisionarte el alma;
porque en la mía de verdad no existe
dicha más grande que mirarte en calma.
Cuando las garras del dolor te hieran
y en mí no mires al mejor amigo,
medita bien; que cuando todos mueran
yo cariñoso viviré contigo.
Cuando por duro tu pesar comprendas
que ya en tu vida se cerró el camino,
mejor medita y por tu bien no entiendas
que tan ruín haya sido tu destino
Que yo por tí me esforzaré constante
serás de mi alma verdadero aliento;
en mí tendrás el corazón amante
que nunca quiere para tí tormento.
De primavera en primavera ardiente
irá tu dulce corazón florido;
yo lo comprendo y en tu fe inocente
para mí nunca nacerá el olvido.
Ya sin dolores estará mi pecho
cuando en el río de tu amor descanse;
tu alma y la mía bajo el mismo techo
verán la dicha que al pesar no alcance.