Te detesto en tu distancia,
Aquella que me hace re vivirte,
Entre tirones de mi piel,
Entre jadeos y el ansia.
Cómo no odiarte?
Si no te dejo escapar de mis labios,
Y los sueños te llevan siempre,
Y tú qué no vienes, Diosa de mis vicios.
Hoy he pervertido las cortinas que compraste,
El viento las movió y en el encaje tú figura dibuje,
La curva de tus laderas y faldas,
Ahí, entre todo estabas, y yo te odiaba.