Dejas resbalar las palabras
que se duermen meláncolicas
como una mariposa blanca
vuelan a través de las ondas
te imagino ahí sentado
frente al micrófono, diáfano
este día, cálido de verano
mientras a través de la ventana
ves pasar al sol que camina
por la acera como un peatón
y te sientes empapado de nostalgia
tiembla tu voz en el receptor
dedicas un disco a quien no conoces
a aquella niña soñadora
o a aquel chiquillo travieso
o a la madre que hace su faena
eres el humilde mensajero
sembrador de alegrías y esperanzas
una hora cada dia
pones un beso sobre la flor
llenas de calor el alma
yo te escribo desde aquí
desde mi ventana vestida de gris
llega tu cálida voz cada mañana
en la hora de discos dedicados
locutor de Radio Belalcázar
mientras la lluvia
lame los cristales
y el cielo es azul ceniciento
quiero llegar a tí
a través de las ondas
desde este oscuro estudio
esta tarde de otoño
quiero amontonar mis palabras
hasta construir un verso
hacer un poema con mis labios
cansado de llamarte
nunca aprendí lo que vale un beso
mujer desconocída
que solo vives en mis sueños
quizás hoy me escuches
y vengas a mi llamada
quiero que mi mensaje llegue
hasta tu corazón de niña
y aprietes tu receptor
contra tu pecho
y en siléncio pienses en mí
que llevo la vida buscándote
ya tengo el aliento
quemado por el olvido
y sangra la herida
que la soledad me ha hecho
y la pena es mortaja
en la cárcel de mi pecho
nunca aprendí a besar
pues nunca he tenido
quién me enseñara
nunca aprendí a reír
pues no he tenido motivo
solo aprendí a llorar
la única cosa que tú me enseñastes...