Doce uvas y un deseo
Margarita
mira la nada
sentada a la mesa
de ese final de año
donde la soledad
es un ramo de flores
que no dejó.
Tampoco fue a llevarlo
…………….
ya hace un mes
que él
amaneció con una sonrisa
y los ojos cerrados
en un sueño
final.
Hoy no pudo salir
a la mañana
como lo hacía cada viernes
con las flores
queriendo hablarle
y no pudiendo
…………...
solo llorar.
Se ha hecho la noche
y su mesa
tiene solo un plato
con doce uvas negras
y un deseo
que la ahoga
…………….
dejar atrás
ese recuerdo.
Renacer
al amanecer
abrir las ventanas
y que todo se inunde
de vida nueva
pasar por el espejo
mirándose
salir
……….
caminando
saludando al día
ciñendo el talle
al atardecer
y esperar
otro diciembre
con doce uvas negras
y un deseo nuevo.