Era mi espíritu
un ala viva y traviesa
y una enorme ala de anhelo.
Era primavera
en los bosques verdes,
gaviota en las alturas,
tranquilidad de los mares.
Era mi espíritu
una estrella brillante,
corría por los bosques,
gozaba las alturas...
era alma tierna.
Volaba con mis pensamientos,
con notas de victorias y esperanzas,
mágicas notas musicales.
El,el que volaba,
murió en primavera,
ya no corrió por los bosques,
ya no emprendió ningun vuelo.
El,mi espíritu,
voló tras mis sueños
y se perdió entre las nubes
incapaz de encontrar
el camino de regreso.
YOLANDA BARRY.