Quiero cantarle a la tierra, madre mía,
la que en su seno alberga la miel de vida
sus montañas majestuosas, bendito dorso
y sus fuentes de agua, lágrimas santas.
Duerme madre tierra, duerme
bajo tu luna plateada.
La flor te unge con su aroma,
te abraza el silencio del infinito universo
y cuando despiertas bañada en tu luz matinal,
cual soplo de Dios, exhalas bocanadas de viento fresco.
En tu cielo azul las golondrinas
en incansable vuelo dibujan tu geografía
y en este paisaje poblado de verdor canta tu río,
canta el zorzal y la paloma
canta el cactus, el molle,
la piedra, la flor, canta el camino y la ojota
Todos cantan al unísono
y también te canto yo en este sencillo verso.
Oh madre tierra, madre mía.