Fatima Momó

HUESOS

Mis huesos se preguntan

por qué escaparon a tu ternura,

por qué no sienten el calor

de tu verbo colorido

hablando de amor y de futuro.

 Ahora sólo son eso... huesos.

Estructuras que sujetan

mi carne y mi piel.

Cuando tú los envolvías en abrazos,

no los sentía pesar...

Eran livianas y sutiles escalas de luz

que sostenían aquello

que tú amabas.

Mi carne era un prodigio

de placer en tus manos,

mi piel el hermoso tejido

que cubría tus sueños.

Ahora sólo son huesos, carne y piel

... Y me duelen los huesos...