Tengo una musa averiada
y he engrasado sus resortes
oxidada y sin repuesto
decidí darle atención
y mi musa atrevida
se declaró en rebelión.
Tengo una musa averiada
y me exige libertad
no quiere seguir dependiente
ni esclava de mi pesar.
Pues vayámonos de compras
te daré satisfacción
quizás alguna joya
renueve a mi musa, la inspiración
más mi musa, no se ciñe
por esquemas ni intereses
ella quiere vacacionar
y a nadie mi musa, obedece.
Pues entonces, no hay remedio
yo le sigo en todo el juego
que aparezca cuando quiera
con poemas que sean nuevos.
10-04-2017
Isis M.