Nos desnudaron las palabras
como eximente de otras inquietudes
provocadas por nuestra imperfección
que un tibio tacto se jactaba de ocultar.
Nos traicionó el silencio,
bajando la mirada,
buscando ese espacio vacío
que se ubicaba entre nuestros cuerpos.
Nos fatigó el tiempo
con su aire de rutina y de recuerdo,
con su lacerante trajín
como desordenado afán
por alcanzar no sé qué meta.
Nos acogió la noche,
fría y sin esperanzas,
humeante en camas de sudor,
sucias alcobas donde vine a buscar
el vino de tu boca
para ofrecerte mi sed desesperada.
\"Arena en los bolsillos\" (2015)
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