Te miro de reojo y a veces te veo
pensativa y serena,
calmada como una nube sin viento
o quieta cual estatua de mujer
que adorna los jardines,
blanca y eterna...
Otras veces advierto
que estás absorta y excitada,
como si viajaras
por mundos paralelos
viviendo aventuras fantásticas,
pues en la profundidad de tus ojos
vivaces y negros
danzan sin restricciones,
tus fantasías y deseos...
Me gusta observar tu faz arábiga,
confundirme
con tu mirada lejana, perdida...
Me agrada cuando por un instante
me miras,
como si expresaras que yo te hago
sentir,
amada y protegida...
Antes como ahora
puedo asentir, que hasta callados
hablamos el mismo idioma...
Adolfo César Marcello
Seudónimo: NAZARENO
Tucumán - Argentina