Una hoja
de verdor poco tierno
llora ante el invierno
cuando la moja.
¡Deja tu congoja,
dijo un ave a la hoja!
aprende de una vez,
disfruta el revés
que no es raro
que pase el verano,
desde tiempos de ayer.
No es padecer
respondió la hoja seca
con manifiesta simpatía,
no lloro de tristeza,
mi llanto es de alegría.
Muchos como yo dirían
que igual de equivocados
muchos van por la vía
malinterpretando la vida
de sus coterráneos.
--------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.