Pasan las horas, el ocaso es breve
muy sereno se pierde en el poniente
mar y cielo se abrazan lentamente
lumbre que solo es un chispazo leve
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Una estrella fugaz pronto se atreve
en la noche a perderse reluciente
deja al hombre con el dolor consciente
no existe la razón que lo releve
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Es tan corto el momento de la vida
dudoso el devenir, es misterioso
no se quiere dejar duda dormida
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De alegría es el hombre melindroso
la busca como perla que perdida
yace en su corazón que es temeroso
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