Como un Nazareno de inhóspitas urbes
caminas entre calles y plazas
Te rodean silencios
Te rodean temores
Te rodean tambores
Y vibran muchos corazones
en extrasístoles de dolor
El aire es un lamento
de gargantas temblorosas
de estertores de muerte
y burbujas de sangre roja
entre redobles insistentes
de las mazas vigorosas
Nazareno de polvorientos caminos
te vas muriendo a cachos
luchando siempre por la paz
esgrimiendo tu amor en la contienda
que parece arma poco eficaz
Y te van quitando la vida
poco a poco se la van llevando
Y con ella se va la verdad incierta
de la que no quedan ni retazos