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Las manos tiesas por un día
que se escurre entre sus dedos,
miles de palabras se desvanecen en la carne,
se agolpan en un valle de gritos enmudecidos
Mientras un tiempo cadavérico
busca entender tu alma.
El abismo bebe de a gotas tu sangre,
el zumbido de los muertos se confunde
con el arrastrar de los segundos de arena,
la luna se alimenta de tu oscuridad
para reforzar su noche!
Despiertan los lúgubres...
y ya no estas ahí
tu mente bajo
al sucumbir nocturno,
penumbra serás.