Hay una flor extremeña
que de pureza hace gala,
muy coqueta se acicala,
del campo se hace la dueña.
Tiene la gracia trigueña,
que te roba el corazón,
pues escribe con pasión,
es cristalina y muy clara,
como la flor ella es Jara,
y yo la quiero un montón.
Tiene el arte y el salero,
en los poros de su piel,
su risa de cascabel,
resuena en el mundo entero.
Si la exalto, es porque quiero,
pues ella se lo merece,
nuestra amistad crece y crece.
me acuna cuando estoy triste,
me invita a reir con un chiste,
y en su regazo me mece.