A. A.
No te puedo extrañar más
sin que rozara la locura por hacerlo.
Es inevitable olerte
en el aire de cada amanecer,
dibujarte en el silencio
de todas mis noches,
encontrarte doblando en la esquina
de algún pensamiento
para morir en el siguiente.
Te extraño,
me es tan inevitable no hacerlo
si con ello se me va
cada hora de cada día,
si cuando la tarde se muere
tus ojos tiñen el crepúsculo
y tu voz me la susurran las estrellas.
Te extraño.
Te extraño tanto