En latente alma... solo son las sombras
recónditos enigmas inconclusos,
un encuentro entre la niebla y la nada;
desde la intimidad de mi misterio
una estela de sombras proyectadas.
Cuando me observo tan desarbolado,
no miro al horizonte miro al suelo
y es ahí donde mis escombros dejó,
en las perpetuas sombras de desdicha.
Beberé de las aguas del Leteo,
su vibrante presagio y su maná
será vacuo en el índigo suspiro;
ecos estimulando sentimientos
del añil universo de los sueños.
Hugo Blair M.
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