INVIERNO
Este invierno fué el pretexto perfecto para escribirte,
con la copa siempre vacía, y el cenicero a desborde.
Todo tan arduo, tan triste, tan morible,
tanto, que cuesta demasiado soñar.
Yo no sabia que mi alma aún sufría
que trataba de extender su sombra para acariciarte el rostro
dejando citratríces, sollozando tu nombre,
y la muerte violenta, limitando el silencio.
Yo lo se, es mi culpa, por ver pasar este invierno.
Por mirar tus ojos y saber que no me miras,
por tocar tus manos sabiendo que es mentira,
por regresar a ti, que me reine tu insomnio
No puedo hablar, cantar reír ni dormir.
No puedo dejar de pensar en ti.
El invierno sobresalta este corazón lleno de espinas.
A un lado la herida a un costado sumergida la noche mordiendo angustia,
esperando cual madrugada que no encuentra el día,
ver tu sonrisa, por ultima vez que sea mía.
Mis ojos congelados anhelan la ciencia de tus párpados
mis manos agrietadas la primavera de tu sexo,
mi oscuridad tu luz mis labios tus besos.
Mi ser completo por respirar tu ultimo aliento.
Mi ronca voz, siempre te llamara,
en el rojo crepúsculo o en la noche oscura,
sobre la angustia que dejaste en mis pupilas
y por si aún te quedan dudas, te amo todavía.