Camino derrotado te miro,
te torturan y escupen, tu callas
eres nido de tantas desgracias,
como duele mirarte a la cara.
Ya no luces feliz como antaño,
gentil ofrecías mil manzanas,
¿qué paso de tus flores pequeñas
con aquellas graciosas guayabas?
Hoy está ya tan solo el recuerdo
¡Y unas flores ahí marchitadas!