Siento el amor tan dentro de mí,que
el pecho se me derrite de líquido,
viniendo a mi corazón, cuán ardido,
bebida que empape los hilos de
los adentros, anhelando mi fe
libar el sabroso néctar, salido
de rico manantial enfebrecido,
dando a mis labios lo que deseé.
Qué dichoso el YO estaría, si siento
que Cupido trae felicidad
al triste sentir de mi cautiverio.
Esperando está mi apasionamiento,
pensando que se me irá esta orfandad,
cuando de tu Amor sea prisionero.
(Salvador)